Musicoterapia, ¿Qué es y cómo puede ayudarnos?

Fotografía tomada de: http://whsc.emory.edu

Hoy les quiero hablar de una relativamente nueva área de la ciencia: La musicoterapia. Esta es toda una forma diferente de entender la música. Hasta el momento existen principalmente maestrías y diplomados. Pero también se han creado ya algunas escuelas con licenciaturas, sin embargo, en México esto ha quedado relegado al ámbito privado.

¿Y para qué sirve este tipo de terapia? Puede tener usos muy diversos. Comencemos con lo más sonado:

Hasta ahora ya es bien conocida la utilidad de la música al momento de relajarnos y de buscar concentración, por ejemplo, para estudiar para un examen.  Se ha hablado mucho del efecto Mozart. Para quien no lo sepa, es un supuesto efecto positivo que tiene la música de Mozart para incrementar la inteligencia. Esto es totalmente falso. Sin embargo, lo que no es así, es que la música sí ayuda a desarrollar la inteligencia. Simplemente no es como una varita mágica que con sólo escuchar tal o cual canción te harás más inteligente.

Tampoco hay que fiarse de los videos que puede uno encontrarse navegando por Internet, con música clásica o jazz, que supuestamente son piezas de musicoterapia. Pueden ayudar a uno a relajarse un poco, pero en realidad esto depende también de los gustos de la persona y de la relación que haya tenido a lo largo de su vida con estos géneros.

En realidad, toda la música puede ayudar a las personas a desarrollar su inteligencia, el asunto es: ¿cómo? Y aquí es donde entra el musicoterapeuta, quien tiene conocimientos especializados y sabrá cómo usarlos dependiendo de los casos.

Pero esta sólo es una dimensión de la musicoterapia. Pero hay otros casos menos obvios en que la música puede ser usada como una forma de terapia:

Para sanar problemas físicos
Quien esté acostumbrado a ejercitarse seguramente sabrá cómo ayuda la música a mantener el ritmo y sentir menos pesados los ejercicios. La música afecta a nuestras emociones y de esa manera también afecta a nuestra presión sanguínea y ritmo cardiáco. Música muy tranquila nos relaja y baja la presión.Música muy movida levanta el ánimo y la presión sube.

Estas y otras propiedades musicales se pueden usar, por ejemplo, para ayudar a personas con problemas motrices.

Otro uso importante que se le está dando es para el combate al Alzheimer, pues a pesar de ser causado por daños neuronales a cuasa de golpes fuertes o simplemente por el peso de la edad, se ha comprobado que las personas que sufren este padecimiento podrán olvidar sus nombres, pero siempre recuerdan las letras de sus canciones favoritas (como en la película Coco).

Para tratar problemas psicológicos y psiquiátricos
La capicad que tiene la música para regular nuestras emociones no se reduce a relajarnos o alegrarnos un rato. Si esto se usa con el apoyo de un psicólogo con el suficiente entrenamiento musicoterapeutico, la música puede servir como apoyo para aliviar la depresión y la ansiedad. Puede también emplearse en terapias grupales para ayudar a los pacientes que tengan fobia social a que les sea más fácil interactuar con otras personas.

En el jazz, por ejemplo, está bien sabido que la improvisación musical genera conexiones emocionales entre los ejecutantes dificiles de lograr en una conversación normal. Por medio del ritmo y de la armonía los implicados logran adivinar lo que el otro va a hacer, y tienen que hacerlo para que la pieza fluya de la mejor manera. La ventaja es que no se necesita ser un experimentado música de jazz para poder improvisar. Todos tenemos una musicalidad innata que es aprovechada por el musicoterapeuta para lograr que los pacientes puedan mejor psíquica y emocionalmente explotando ese sentido musical que llevamos dentro.



Para crear confianza en las comunidades
Estas misma terapias pueden llevarse a cabo también con un sentido más social. Existen grupos musicales que ayudan, por decir un ejemplo, a reducir la delincuencia, creando vínculos más íntimos entre los miembros de una comunidad por medio de la música.

La música también ayuda a que los participantes de estos grupos desarrollen mayor empatía entre ellos, y esto a su vez les sirve para que cada individuo tenga una mayor confianza en sí mismo.

Existen otros usos de la musicoterapia. Tiene una amplia gama de posibilidades y esto aunmenta conforme se va desarrollando más el estudio científico de este tipo de terapias. Estos sólo son unos ejemplos muy básicos.


Existe musicoterapia para niños con autismo, con problemas de aprendizaje, para personas con problemas del habla y muchos más. ¿Tú conoces algún otro? Te invito a que comentes. También sería interesante saber tu experiencia con alguno de estos aspectos positivos, aunque nunca hayas recibido algún tipo de terapia musical, seguramente habrás usado la música en algún momento para incidir en tus emociones y mejorar tu estado de ánimo. ¡Puedes contarnos! 

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